Testimonio de Núria Reig

Mi hijo de 5 años toma agua de mar tres veces al día como parte del tratamiento para recuperarse de su autismo, y poco a poco se está curando. Mi marido tenía Síndrome de Behçet pendiente de diagnóstico definitivo porque no tenía uveítis con secuelas en los ojos. No esperamos a por el tratamiento médico. Buscamos alternativas y las encontramos. Ahora sigue el mismo tratamiento que nuestro hijo, y a día de hoy es asintomático, por lo que creemos está curado. El agua de mar es antianémico y desinfectante de todo tipo de patógenos a parte de otro sinfín de propiedades más. Estoy muy agradecida con la Fundación Aquamaris, por su voluntad de ayudar a las personas, y especialmente por ayudar tanto a nuestros niños.

Un fuerte abrazo.