Alumnas de Terrassa experimentan el riego con agua de mar

CIMG1895El pasado 20 de abril de 2014, Andrea Navas, Beatriz Palomares y Carla Miró, tres alumnas de bachillerato del colegio Mare de Déu del Carme de Terrassa, en colaboración con la UPC (Universitat Politècnica de Catalunya) y la Fundación Aqua Maris de Badalona, deciden centrar su trabajo de final de curso (Treball de Recerca) en estudiar las posibilidades que ofrece el agua de mar para el riego de cultivos.

El experimento en cuestión lo han llevado a cabo con la plantación de tres especies comestibles en dos depósitos de fibra de vidrio. Han plantado acelgas, diente de león y tomateras clase “cherry”. Estos depósitos han sido acondicionados para mantener en su base el agua de mar siempre a una altura determinada, justo en contacto con la tierra, pero sin inundarla, gracias al desagüe practicado a la altura conveniente. Los dos dispositivos comparten el mismo sustrato más profundo (el que está en contacto con el agua de mar) de grava fina (entre 1 y 4mm.), pero el resto del sustrato es distinto en cada dispositivo: uno tiene un tipo de sustrato fértil convencional (el que se utilizaría en cualquier cultivo ordinario), y el otro es de tierra arcillosa muy escasa en nutrientes.

Cada dispositivo se divide a su vez en tres secciones, en las que varía la distribución de grava y sustrato en distintas proporciones (25%, 50% y 75%). El propósito de este experimento a pequeña escala es comprobar si es viable el cultivo de estos tres tipos de plantas regándolas única y exclusivamente mediante una capa freática artificial de agua de mar (a excepción de las lluvias). También se comprobará el efecto que produce el alto grado de mineralización del agua de mar (36 gramos de sales por litro) en el desarrollo y en la composición final (cenizas) de las plantas.

Esta experimentación, sumada a otras que se han llevado a cabo o se están realizando, puede servir para abrir nuevas líneas de investigación en la aplicación del agua de mar en agricultura. Tiene además el gran interés de la innovación, el mejor estímulo para una juventud que busca nuevos retos y nuevos caminos para su realización personal y profesional.

Conectados al Mar

Si acabas de tropezarte con el agua de mar, sepas que has dado con el recurso más valioso a tu alcance para conectarte con la naturaleza. Con el conector más potente y polivalente. El SOL y el MAR son nuestras dos máximas fuentes de energía. Del sol obtenemos la energía externa, y del mar la energía interna.

El mar es la matriz de la tierra y de todos los seres vivos. Es el que les provee de agua y en cantidad menor también de minerales. Si las olas al romper no lanzasen al aire esas nubes de gotas microscópicas de agua de mar completa, con todos sus minerales, la tierra estaría muerta. Mira lo que nos ocurre por la escasez de un solo mineral, el yodo, lejos del mar: la tiroides funciona defectuosamente y se produce el bocio. Apenas se da esta enfermedad junto al mar, y en cambio abunda tanto más cuanto más nos alejamos del mar. Eso es lo que sabemos; ¡pero hay tanto y tanto que no sabemos!

Las plantas han encontrado la manera de proveerse de minerales hundiendo sus raíces en la tierra. Nosotros nos alimentamos de las plantas, pero no nos bastan los minerales que contienen: necesitamos más. Por eso el paladar nos pide sal (de la buena, de la que nos da el mar: de lo contrario, la salud se resiente) en su justa medida, porque en cuanto nos pasamos, rechaza la comida.

La naturaleza es así de sabia. Lo que ocurre es que a menudo nos pasamos de listos y la engañamos: pero en el pecado llevamos la penitencia.

Todo esto nos dice que la provisión completa de minerales, es para nosotros algo vital y de primerísima necesidad. Y puesto que sabemos que el mar lleva millones y millones de años preparándonos esos minerales en sus aguas, hemos de recurrir a ellas como la mejor fuente para proveernos. Basta con decir que si a nuestra sangre le quitamos los glóbulos y las plaquetas, lo que nos queda es el plasma: que curiosamente tiene una composición mineral muy parecida al agua de mar. Tanto, que ningún laboratorio ha conseguido jamás fabricar un plasma tan perfecto como el agua de mar rebajada a la salinidad de nuestro cuerpo.

¿Y por qué son tan importantes los minerales? Pues porque son los que hacen que el agua sea conductora de electricidad. ¿De qué nos sirve cargar con un odre de agua que representa el 70% de nuestra masa corporal, si por esa agua no circula energía? ¡Si por algo cargamos con tanta agua, es porque la necesitamos para que circulen por ella los electrolitos y las demás sustancias que le dan vida a nuestro organismo. Pero sin los minerales, lo demás no vale nada.

Por eso, a la hora de pensar en energía, a la hora de recargarnos, hemos de pensar en el mar. ¿Qué hizo la humanidad cuando se dio cuenta de que tenía que vivir más conectada a la naturaleza? ¿Adónde se dirigió? ¿Hacia dónde encaminaron sus pasos la inmensa mayoría de la gente para recuperar energía, fuerzas, ganas de vivir?

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Fueron justamente al lugar en que se puede disfrutar de lo más potente de la naturaleza: el sol y el mar. A la playa que se fueron. Y aunque nos ha costado, hemos aprendido a no abusar del sol, totalmente imprescindible para nuestra salud y nuestra vida; como hemos aprendido a no abusar de la sal integral (agua de mar en polvo; o mejor todavía, agua de mar), tan imprescindible como el sol. ¿Existe acaso conexión más potente con la naturaleza?

 

Mariano Arnal

Agua de mar: Salud y Desarrollo Humano

El Agua de Mar nutre, restablece la salud y da energía y bienestar

PROGRAMA DE DISPENSARIOS MARINOS EN NICARAGUA:
MODELO PARA EL MUNDO

Bases Histórico Científicas:

El científico francés René Quinton (1867- 1925) en sus investigaciones descritas en su libro “El Agua de Mar, Medio Orgánico” (1906) demostró la similitud de composición del plasma sanguíneo y el agua de mar. Dado que la vida en La Tierra surgió en el mar, los líquidos de los seres vivos conservan la composición de los océanos primigenios. También estableció que las células humanas pueden mantenerse vivas en el agua de mar, mientras se descomponen en cualquier otro medio.

La gran aportación de René Quinton a la ciencia se basa en el descubrimiento de que el medio interno de los vertebrados es de idéntica composición que el agua de mar. Es en este medio donde la célula viva encuentra el medio propicio para su vida y renovación. Cuando este medio vital pierde sus propiedades, la célula no puede funcionar. La vida celular depende del medio interno.

René_Quinton_1908

El Agua de Mar es el medio vital que baña todas las células de los seres vivos desde que apareció la vida celular. René Quinton afirmó que “nuestro organismo es como una gran pecera, cuyos pececitos – las células – viven en un medio que es agua de mar, y de la calidad de esa agua de mar dependerá la salud de dichos pececitos”. Al tomar Agua de Mar mejora la calidad del medio interno, protege al cuerpo de enfermedades y se restaura la salud.

René Quinton demostró en la práctica el poder curativo del agua de mar y logró salvar miles de vidas al administrarla a pacientes graves en los Dispensarios Marinos de Francia y otros países de Europa. Los resultados fueron contundentes y avalados por miles de casos curados con la terapia marina.

“La regla es que una hora después de la primera inyección, el niño que llegó moribundo y que vomitaba absolutamente todo, retiene un biberón de agua, y una hora después el primer biberón de leche. En la mayoría de los casos, la facultad digestiva suprimida se restablece, y tan bien, que el niño aumenta fácilmente 500 gramos en 24 horas. Fija agua en sus tejidos con avidez, con la misma facilidad que antes la dejaba escapar de su organismo. Menos de 2 horas después de la inyección de agua de mar, se le dibuja una fisonomía mejorada que reemplaza el aspecto inolvidable de paciente con cólera agonizante”.

Así es como Quinton logró controlar una epidemia de cólera que estaba diezmando a la población en Egipto.

De todo ello derivan numerosas aplicaciones médicas que tuvieron una práctica intensa entre 1910 y 1950 en los Dispensarios Marinos de Quinton y Jarricot. Su experiencia constituye la mejor demostración de la eficacia terapéutica del agua de mar. (www.oceanplasma.com)

Después de su muerte, quedó el plasma de Quinton en la farmacopea francesa.

Efectos benéficos del Agua de Mar:

El Agua de Mar es tan nutritiva y curativa porque contiene todos los minerales y oligoelementos de la tabla periódica y además el fito y zooplancton.

El Agua de Mar tiene poder nutricional a nivel celular debido a su rica composición en sales, minerales, oligoelementos, y proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y ácidos nucléicos, contenidos en el plancton y en la biomasa de virus y bacterias propios del mar. William Fenical demostró in vitro el poder antibiótico, antiinflamatorio y analgésico de dichos microorganismos (Universidad La Jolla, California, EUA).

El Dr. Philippe Goeb (Israel) describe 3 ejes principales de actuación del Agua de Mar:

1)   Recarga hidroelectrolítica, por su rico contenido en sales y iones, que la convierte en la más mineral de todas las aguas minerales, y la hace muy útil en el manejo de la deshidratación: en la tercera edad, en el deporte de alto rendimiento y en las pérdidas de líquidos corporales (diarrea, vómitos, hemorragias, etc.)

2)   Reequilibrio de la función enzimática (estimulante del metabolismo) gracias a la presencia de los minerales y oligoelementos que actúan como coenzimas en las reacciones bioquímicas de las células y órganos.

3)   Regeneración celular: Las modificaciones del medio interno son transmitidas gradualmente hasta la mitocondria y el núcleo donde ocurrirán cambios en el microentorno de las secuencias del ADN. Aquí de nuevo entran en acción los oligoelementos necesarios para un desarrollo óptimo de la transcripción ADN-ARN.

 

Otras propiedades y efectos benéficos:

  • Equilibrio homeostático en el Sistema de Regulación de Base de Pischinger.
  • Estimula la irrigación sanguínea
  • Alcalinización del medio interno (pH= 8.4)
  • Efecto antibiótico, antiinflamatorio y analgésico (William Fenical, Univ. La Jolla, California)
  • El mayor disolvente natural que tiene nuestro planeta (Dr. Georges la Fargue): depura al cuerpo de sustancias tóxicas.
  • Ausencia de Genotoxicidad y Citotoxicidad del Agua de Mar sobre las células vivas (Dr. Wilmer Soler, Univ. De Antioquia, Colombia)
  • Es orgánica y biodisponible
  • Energizante en deportistas de alto rendimiento y en el adulto mayor.
  • Puede utilizarse para desinfectar vegetales y frutas.
  • Indispensable para la Seguridad y Soberanía Alimentaria y Nutricional.
  • Se evita el consumo de la mayoría de fármacos y sus efectos colaterales e indeseables.
  • El agua de mar es un bien público que debe de estar disponible y al alcance de todos.

 

Mitos y Falacias:

  1. Es perjudicial para los riñones.

De hecho el Dr. René Quinton estudió su efecto benéfico en el buen funcionamiento de la nefrona (célula renal). En Nicaragua hemos visto casos de mejoría en Insuficiencia Renal Crónica y de normalización de la creatinina sérica.

  1. Está contraindicada en hipertensos y pacientes cardíacos.

De hecho es utilizada como tratamiento coadyuvante en estos casos, observando que más del 90 % de los pacientes pueden abandonar el consumo de fármacos, con un excelente control de las cifras de presión arterial, así como de la función cardíaca.

  1. Los náufragos se mueren en alta mar.

Ya se ha demostrado en Jornadas científicas sobre el agua de mar, que los náufragos pueden sobrevivir en alta mar, ya que en la Semana del Náufrago Voluntario varios científicos se mantuvieron con la única ingesta de agua de mar durante una semana completa. Fueron evaluados por médicos y se les practicaron exámenes de gabinete, los que demostraron parámetros bioquímicos normales. El único fenómeno que se observó fue la pérdida de peso.

  1. Está contaminada.

No puede estar contaminada ya que por ósmosis se inactivan todos los microbios de procedencia accidental terrestre. Además el fenómeno marino llamado biocenosis se encarga de hacer desaparecer, a través del plancton, toda la materia orgánica que llega al mar desde las cloacas.

El Dr. Ángel Gracia, autor del libro “El poder curativo del agua de mar”, explica como el 20 de junio del 2000 uno de los acueductos de aguas negras que salen de la ciudad de Miami hacia el mar se reventó a la altura del centro de uno de los balnearios más famosos del mundo y se extendió una gran mancha negra por casi toda la bahía de Biscayne. Después de sellada la ruptura, ya no se podían detectar los marcadores de contaminación en las muestras tomadas por las autoridades sanitarias. Con este experimento in vivo se demostró contundentemente el poder desactivador del agua de mar sobre los gérmenes accidentales terrestres.

Más de 85 Dispensarios Marinos en Nicaragua:

Desde septiembre del 2003, después de la visita del investigador colombiano Laureano Domínguez que nos informó sobre el poder curativo del agua de mar, hemos acumulado en Nicaragua 10 años de experiencia de consumo terapéutico del agua de mar, que es distribuida en más de 85 Dispensarios Marinos en todo el país. Más de 6 mil litros de agua de mar son distribuidos gratuitamente cada mes en Managua.

Un dispensario marino es un lugar donde alguna persona voluntaria, muchas veces médica, terapeuta o líder comunitario, se acopia de agua de mar y la distribuye gratuitamente y sin filtrar, a quien la quiera probar para mejorar su salud. Muchos de los que tienen dispensarios marinos en su casa, clínica o centro comunal, se han formado en cursos de capacitación, donde se les han dado a conocer las investigaciones que demuestran las bondades del agua de mar para la salud y la nutrición humana y animal, en base a estudios publicados y experiencias clínicas en diferentes países.

Tenemos el apoyo gubernamental (Ministerio de Transporte y Alcaldía de Managua) en el transporte y traslado del agua de mar a la Clínica Santo Domingo, desde donde es distribuida gratuitamente a los pacientes y otros dispensarios marinos del país. También tenemos el apoyo solidario del Ministerio de Salud nicaragüense en el análisis del agua de mar, para corroborar que es apta para el consumo humano y libre de microbios patógenos.

Experiencia Clínica:

En base a la revisión de los expedientes médicos de la Clínica Santo Domingo de los PP Jesuitas en Managua y otros dispensarios marinos del país, se ha encontrado que el consumo promedio de medio litro de agua de mar al día, ha contribuido a la cura de las siguientes enfermedades:

  • Hipertensión arterial
  • Diabetes
  • Alergias y rinitis alérgica (Hajime Kimata, Hirishi Nakajima,… Japón)
  • Cáncer (en proceso de curación sin radio ni quimioterapia)
  • Gastritis y Enfermedades ulcero-pépticas
  • Patologías de la piel (psoriasis, dermatitis, úlceras varicosas…)
  • Cálculos renales
  • Estreñimiento y hemorroides
  • Cirrosis y enfermedades hepáticas
  • Heridas y quemaduras
  • Conjuntivitis y glaucoma
  • Artritis Reumatoidea
  • Tratamiento prenatal
  • Esclerosis múltiple
  • Insomnio
  • Asma y enfermedades respiratorias

Las vías de administración son:

  • Vía oral (medio litro al día) en el 95 % de los casos
  • Uso externo (aplicación tópica en la piel y mucosa nasal, pediluvios)
  • Nebulizada (en pacientes asmáticos y bronquíticos crónicos)
  • Colirio (en casos de conjuntivitis y glaucoma)
  • Gotas óticas (en otitis externas y alergias óticas)
  • Gárgaras (en amigdalitis y faringitis)
  • Enjuagues bucales (higiene oral, gingivitis, enfermedades dentales)
  • Enemas (vía rectal)
  • Lavados vaginales (infecciones y atipias celulares en el cuello uterino)
  • Mesoterapia (inyección intradérmica en puntos de Acupuntura y focos interferentes)
  • Inyección intravenosa o suero neural intravenoso (previa firma de consentimiento informado, en casos graves que no toleran la vía oral)

 

Cómo beberla:

Se puede beber Hipertónica (sin diluir, 36 gramos de sales por litro) o Isotónica (diluida, a razón de 1 parte de agua de mar por 3 de agua dulce). También se puede rebajar con refrescos o jugos naturales, y se puede usar para salar las comidas en vez de la sal refinada.

 

Ley 774: de Medicina Natural, Terapias Complementarias y Productos Naturales de Nicaragua

Gracias a la experiencia acumulada y resultados favorables para la salud de la población, se logró incorporar la Talasoterapia en la Ley 774, que fue aprobada en la Asamblea Nacional (órgano legislativo nicaragüense) en Octubre del 2011, y publicada en la Gaceta, diario oficial del Estado, el 18 de enero del 2012. He aquí algunos extractos de la ley en referencia al tema:

Art. 12: Conceptos y definiciones

Por tratarse de la primera ley en materia de Medicina Natural, Terapias Complementarias y Productos Naturales, y para facilitar su comprensión en la aplicación de la misma, se incluyen los conceptos y definiciones siguientes:…

Talasoterapia: Es la terapéutica que trata del uso y beneficios del agua de mar. En Nicaragua se conoce con el nombre de Hidrología Marina o Terapia Marina. En Europa con el nombre de Plasma de Quinton, en Canadá como Ocean Plasma. Se presenta bajo diferentes formas galénicas, y se aplica por vía endovenosa, subcutánea, intramuscular, rectal y bucal. El agua de mar hipertónica o isotónica es tolerada por los diferentes organismos vivos sin problemas. La dosis, frecuencia, vía de absorción y duración determinan la eficacia del tratamiento.

Art. 5: Derecho al Acceso de la Medicina Natural y Terapias Complementarias

La población conforme al marco legal del país, tiene igual derecho al acceso y uso de la medicina natural, terapias complementarias y productos naturales, como al de las instituciones, establecimientos, servicios y programas de medicina convencional dentro del Sistema Nacional de Salud.

Art. 3: Opcionalidad

Referido al derecho de la población a decidir sobre el tipo de medicina o terapia bajo las cuales prefiere ser atendido, con medicina natural, terapias complementarias, tradicional/ancestral o bien la medicina convencional o una combinación de ellas.

Art. 2: Objetivos

Son objetivos también de esta ley: …

Facilitar, promover e incrementar, el acceso de la población a la medicina natural, las terapias complementarias y el uso de los productos naturales en todo el país.

Formación en Nicaragua y Divulgación internacional:

Desde el 2003 se han realizado actividades de capacitación para extender el método marino al sector salud y a la población en general:

  • Cursos universitarios para la prescripción terapéutica del agua de mar en las facultades de Medicina de la UNAN-Managua y la UNAN-León.
  • 200 médicos y profesionales de la salud formados del Ministerio de Salud (MINSA) y del sector privado.
  • Conferencias en Hospitales y Centros de Salud del MINSA en todo el país.
  • Conferencias en otras universidades: UAM, UPOLI, UPONIC, UCA, UNA, etc.
  • Más de cien charlas a la población en barrios y municipios.
  • Charlas a los jubilados del Seguro social (INSS).

También hemos compartido nuestra experiencia en foros internacionales:

  • IV Foro Mundial del Agua en México.
  • Encuentros Internacionales del Agua de Mar: Fuerteventura (España), La Ceja (Colombia), Coatzacoalcos (México).
  • II Cumbre Mundial del agua de Mar en Madrid.
  • II Salón Internacional de la Cooperación en Dakar (Senegal)

 

Conclusiones:

  • El Agua de Mar ejerce un efecto curativo y ayuda al restablecimiento de la salud de manera natural (se pueden dejar los fármacos en el 90% de los casos).
  • Esto representa un ahorro considerable para el bolsillo de los pacientes, para la economía de las naciones y en definitiva para la sobrevivencia de la Humanidad.
  • El agua de mar es gratuita y es lo que más abunda en el planeta Tierra.

 

Retos:

  • Masificar el consumo del agua de mar en la población nicaragüense, en beneficio de su bienestar físico y económico.
  • Implicar a los prestadores públicos de servicios de salud (Ministerio de Salud y Seguro Social) para la distribución gratuita del agua de mar.
  • Implicar al Ministerio de Educación para distribuir agua de mar en las escuelas.
  • Implicar a las Alcaldías, Iglesias y ONGs para el abastecimiento y transporte del agua de mar, lo que favorecería  su distribución gratuita en los barrios y comunidades.
  • Conseguir un camión cisterna para el traslado del agua de mar a todos los municipios del país alejados de la costa.
  • Aplicación de los oasis marinos en Nicaragua.

 

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Dra. María Teresa Ilari

Médica Internista practicante de la Nueva Medicina Germánica

Directora Médica de la Clínica santo Domingo de los PP Jesuitas en Managua

29 de Octubre del 2013

¿Salar o mineralizar?

sal2Hace 60 años, esta pregunta no tenía ningún significado, porque salar era mineralizar. Lo primero se hacía conscientemente; y de lo segundo no se necesitaba ser consciente, puesto que tan inseparables eran el salar y el mineralizar, que bastaba un solo término para comprender a los dos. Y como la sal era el mineralizador único y óptimo, he aquí que a “mineralizar” se le llamaba “salar”.

 

Cuando nos echamos a la boca una verdura, una legumbre, un tubérculo o un cereal hervidos, el paladar nos advierte inmediatamente y de manera inequívoca, que esas comidas no están bien de sabor: y en efecto son de mal comer, y por tanto es preciso saborizarlas. Y eso podemos hacerlo de dos modos: echando mano de un condimento de sabor fuerte y mezclándolo con esa comida tan débil de sabor, para que esa debilidad quede opacada por el condimento; o bien, elevando el sabor débil a su máxima potencia: es decir llevando a su perfección el sabor de la verdura, de la patata, de las legumbres, de los cereales.

En el primer caso estamos comiendo una mezcla del alimento con su condimento, de tal manera que, aunque estén mezclados, sabemos distinguir los sabores de ambos. En el segundo caso en cambio, no comemos verdura, patatas, etcétera con sal, ni somos capaces de detectar el sabor diferenciado de la sal si la hemos puesto correctamente; sino que comemos esos manjares elevados a su sabor óptimo, es decir mineralizados  justo hasta el nivel en que alcanza cada uno de esos manjares su propia perfección de sabor: y es justamente el paladar el órgano encargado de advertirnos cuándo alcanzan los alimentos su mineralización óptima y por tanto su más alto valor alimentario.

Ocurre con los alimentos al salarlos-mineralizarlos, algo muy parecido a lo que nos ocurre a nosotros cuando bebemos agua de mar: no se nos salan las carnes y los huesos, sino que esa inyección mineral nos eleva el tono vital, enciende nuestras pilas, nos da marcha, nos hace más “salados” anímicamente. Nos eleva a nuestro mejor nivel tanto físico como anímico. Pues por ahí van las cosas: unos alimentos mineralizados a su mejor nivel, nos mineralizan también a nosotros a nuestro mejor nivel. Así de sencillo.

Por eso, si pensamos en mineralizar, hemos de asegurarnos de que la sal que empleamos es la mejor (y eso es bastante caro); o mejor aún: hemos de recurrir directamente a la mejor sal, que es el agua de mar. Es nuestro mejor mineralizador: sin ningún género de dudas. Eso explica que cuando bebemos agua de mar, la sensación que experimentamos no es que nos estamos salando, sino que hacemos nuestra mejor puesta a punto mineral. Indispensable por cierto, porque nuestro déficit mineral es una especie de tara biológica que compartimos con todos los herbívoros y que hemos agravado con las malas praxis agrícolas y ganaderas, y sobre todo con la increíble adulteración de la sal.

Conclusión: mientras la sal fue auténtica, dio lo mismo salar que mineralizar. Pero hoy que la inmensa mayor parte de la sal alimentaria está severamente adulterada, hemos de distinguir entre salar y mineralizar. Salar será por tanto echarle cualquier sal a la comida para contentar al paladar (que en realidad lo que nos reclama no es que salemos, sino que mineralicemos); mineralizar en cambio, será asegurarnos de que la sal que usamos, contiene todos los minerales (es el agua de mar desecada, sin escurrir y sin lavar). Estas sales tan completas suelen ser considerablemente caras. La otra alternativa es emplear directamente agua de mar: ahí sí que tenemos la garantía de mineralización integral.

Riego con agua de mar

Cuando hablamos de agua solemos dar por sentado que hablamos de agua dulce, cometiendo el gravísimo error de marginar al agua de mar, que es el 97% del total del agua en nuestro planeta. Hay que entender que el hecho de tener el agua de mar en un puesto tan relegado en la escala  de las aguas de las que hacemos uso, viene dado por una serie de prejuicios mal concebidos que tenemos respecto a nuestro más abundante recurso: que no se puede beber, que no se puede usar sin tratar, que no sirve para regar y muchos otros. Todas estas afirmaciones tienen a priori una buena base argumental, pero si se estudia el tema con más detenimiento, se analizan todas las posibilidades de uso (comemos petróleo, p. ej.) y se hacen todas las pruebas correspondientes,  se ve entonces que es una tremenda estupidez no darle la importancia y el valor que tienen la infinidad de usos y propiedades del agua de mar. Más en esta época en que se hace imprescindible innovar y ser más esmerados en la administración de nuestros recursos naturales.

Si observamos cuál es la cantidad de agua dulce de que disponemos y cómo la gestionamos, comprobamos una serie de datos que son cuanto menos preocupantes. El agua dulce sólo es el 3% del total; y de ésta sólo tenemos acceso a un 0,06% aproximadamente, porque el resto se encuentra entre glaciares, acuíferos profundos, tierras heladas y atmósfera. El 70% de la poca agua dulce de que disponemos la consume el riego, el 20% se lo llevan los procesos industriales y tan sólo un 10% se aplica al consumo doméstico. Al ver estos números llama la atención la gran cantidad de agua que se consume para poder regar y la poca que necesitamos a nivel doméstico.

El riego es sin duda una de las grandes asignaturas pendientes de la humanidad, pues el aumento constante de la demanda de alimentos debido al creciente incremento de la población, y el hecho de que la temperatura del planeta asciende progresivamente  propiciando sequías, y por ende, la falta de producción de alimentos, hace que debamos empezar a actuar ya en consecuencia con los cambios que estamos experimentando. El gran cambio que estamos impulsando desde Aqua Maris y otras muchas organizaciones, es que al agua de mar se le otorgue la categoría que merece, no solo la de agua potable (que lo es o puede serlo) sino también la de mejor complemento mineral y mayor recurso hídrico de nuestro planeta. Pero para llegar hasta aquí debemos ir desmintiendo de manera empírica todos los supuestos que hay en contra del agua de mar. Y aun así, conseguir que sea aceptada y empleada por la mayor parte de la sociedad supondrá una cantidad de tiempo y esfuerzo colosal.

Llevamos años investigando el riego con agua de mar y la falta de recursos hace que la tarea se alargue y se complique mucho más de lo deseado. Pero donde falta el dinero abunda la voluntad y el ingenio, con lo que a pesar de nuestros precarios recursos hemos logrado unos resultados más que notables.

Principios básicos

Si observamos la naturaleza con detenimiento y perspectiva podemos ver que nos está dando la clave en el asunto del riego. Nos muestra, en efecto, cómo montes y praderas sostienen su verdor sin necesidad de lluvia incluso durante meses. No ocurre lo mismo con los ajardinamientos que tenemos en casa o con los campos de los agricultores en los que una semana o quince días sin riego son nefastos para según qué cultivos. La clave está en la tierra, en las capas freáticas y los acuíferos que atesoran y administran el agua con la mayor eficiencia, guardando cada gota de lluvia y repartiendo el agua por las cuencas subterráneas de los ríos, regando indirectamente desde la montaña hasta el mar. Pero el riego (desde arriba) es el método que la humanidad ha adoptado para hidratar y así dar vida a las plantas, imitando el modelo que tenía más a la vista: la lluvia. A lo largo de la historia la experimentación siempre se ha orientado por la premisa de que el agua tenía que venir de arriba, con lo que la línea ha ido siempre en la misma dirección. Y claro, como no podía ser de otra manera, la mayoría de intentos que se han hecho para regar con agua de mar han sido con el modelo general de riego, de arriba hacia abajo, con las nefastas consecuencias de quemar las plantas. Y si éstas aguantaban el agua de mar, con el tiempo el terreno quedaba saturado debido a la alta acumulación de sal, quedando así muerto e inservible para cualquier cultivo.

Desde siempre el mar ha regado las zonas cercanas a la costa, adentrándose bajo tierra (puede llegar a kilómetros) y manteniendo siempre húmedo el subsuelo, haciendo el mismo trabajo que los acuíferos de los ríos, con la única diferencia de ser agua de mar.

Hay otra situación que se da en la naturaleza donde vemos que especies vegetales no catalogadas como halófilas (o halófitas) son regadas únicamente con agua de mar. Hablamos de los típicos islotes que podemos ver en innumerables fotografías, en los que si bien nos fijamos, forzoso será concluir que toda la vegetación que tienen se sostiene con el riego que le proporciona el mar. Las plantas con una mayor capacidad para aprovechar el agua de mar se encuentran en las zonas más cercanas al mar, mientras que las otras se encuentran más al centro y en zonas más elevadas, aprovechando la continua humedad subterránea que le proporciona el agua de mar.

Concluimos pues, que los dos modelos que consideramos más eficientes para regar con agua de mar y con los que intentamos guiar nuestras investigaciones son los que nos muestra la naturaleza: creando una capa freática con agua de mar para mantener el subsuelo siempre húmedo o adaptando las plantas a la salinidad del agua de mar (como puede ser la acelga), cultivándolas en un suelo que tenga la capacidad de drenar el exceso de sales.

           

Experimentos

No somos los únicos que hemos trabajado en la experimentación del riego con agua de mar. Desde los monjes carmelitas de Sestao, que ya en el siglo XVII habían obtenido excelentes resultados en el cultivo de todo tipo de vegetales en terrenos arenosos con agua de mar (descargar pdf), hasta en los yermos campos de Eritrea, donde el cultivo de la Salicornia ha convertido la región en un auténtico vergel (ver vídeo aquí).

Nuestras experimentaciones están principalmente enfocadas al sistema de riego freático, con lo cual nos ocupamos más de entender el comportamiento del agua y los minerales bajo tierra, que del tipo de plantas que cultivamos.

Primer jardín regado exclusivamente con agua de mar

Éste es un jardín creado en 2006 con los principios básicos de riego mediante capa freática. En los 7 años que lleva, siempre se ha mantenido verde.

Se trata de la demostración más evidente de que realmente se puede usar el agua de mar para riego de cultivos o jardines. Aún falta mucho por conocer y experimentar, pero con esto hemos conseguido deshacernos del mito de que el agua de mar mata las plantas. Lo importante es aprender a utilizarla y conocer el funcionamiento que tiene en distintos tipos de terreno.

Jardín escalonado

Dispositivo de 3 niveles para comparar el rendimiento de una misma especie a diferentes distancias del agua, para demostrar que lo más importante no es la planta, sino el terreno.

En esta prueba pudimos observar que el mismo tipo de semilla de rúcula experiemtaba crecimientos totalmente distintos según el nivel. Hay que añadir que lo más sorprendente de todo fue que el sabor cambiaba en función de la distancia al agua de mar.

Bidón de arena cultivable

Dispositivos hechos con un bidón de plástico de 1000 litros cortado por la mitad. Con esto pretendemos hacer un sistema de riego para zonas desérticas con el mínimo coste posible. Los bidones únicamente contienen arena de playa y una entrada de agua de mar.

Experimento con el terrario de metacrilato

Se trata de un terrario cerrado herméticamente con agua de mar, arena de playa y dos centímetros de tierra fértil en la superfície.

El agua de mar que hay en el fondo humedece todo el terreno. Gracias a la evaporación, en el techo del terrario se condensa una gran cantidad de agua, lo que produce una lluvia diaria de agua dulce a partir del agua de mar evaporada. Esto permite conseguir un riego permanente y un alto nivel de humedad.

Se ha mantenido cerrado durante cinco años y hoy todavía mantiene algunas pocas plantas con vida.

   

Riego con agua hipotónica

Cuando hablamos de agua hipotónica hacemos referencia a una mezcla aproximada de entre un 2% y un 10% de agua de mar en agua dulce. Este tipo de riego lo estamos realizando entre una y dos veces por semana en plantas regadas normalmente con agua dulce de la red.

El objetivo es remineralizar el terreno y aportarle a la planta la variedad de minerales que ofrece el agua de mar, evitando en todo momento una sobresaturación de sales. Por el momento los resultados están siendo muy buenos: incluso algunas plantas que estaban decayendo se han recuperado.